Desde 1925 en San Pedro

 

En 1925 el Papa Pio XI nos llamó a la sacristía de la Basílica de San Pedro de Roma.

Desde entonces prestamos nuestro servicio todos los días para contribuir a la Belleza de las celebraciones eucarísticas, en el corazón de la Iglesia.

Nosotras nos ocupamos de los cuarenta y siete altares de la Basílica además de todas las vestiduras sacramentales necesarias para los cardenales, los obispos, los sacerdotes que llegan de todos los rincones del mundo.

Una manera de vivir nuestro carisma, ayudando al Santo Padre y a todos los pastores que conducen el pueblo de Dios. Lo hacemos con humildad, en el silencio y con la única intención de ofrecer y servir con Fe a la Iglesia Universal.